El Acueducto
Importante es esta construcción que define nacional e internacionalmente a la ciudad de Querétaro. Esta monumental obra civil fue construida entre 1726 y 1738. Consta de 74 arcos impresionantes y se debe al celo y cariño que tuvo por esta ciudad su egregio benefactor Don Juan Antonio de Urrutia y Arana, Marqués de la Villa del Villar del Aguila, de orígen vasco nacido en la Villa de Arzeniega el 30 de noviembre de 1670 y que llegó a México en 1687. Habiendo ocupado puestos muy importantes, tuvo notable intervención en el tumulto y rebelión de los indígenas en la ciudad de México en 1692; contrajo matrimonio con Doña María Josefa Paula Guerrero Dávila Moctezuma Fernández del Corral, que era riquísima. La construcción de nuestro Acueducto tiene íntima relación con la fundación del Convento de Capuchinas de San José de Gracia, en que intervino don José Torres y Vergara, sobrino y albacea de los bienes del Dr. Don Juan Caballero y Ocio, quien lo comisionó de acuerdo con el Virrey Marqués de Valero y el Arzobispo Fray José Lanciego y Eguiluz para transladar a las nuevas monjas fundadoras de este convento en el año de 1721, comisión que no fue ciertamente de su agrado. Este acontecimiento, pese a la resistencia del Marqués de venir a nuestra ciudad, lo ligó para siempre a Querétaro, pues entre las monjas fundadoras, venía Sor Marcela, pariente del Marqués y de su esposa.
En aquel tiempo uno de los más graves males que aquejaban a la ciudad, era la falta de agua potable lo cual producía enfermedades hídricas muy serias que provocaban muchas muertes, y se dice que esta monja le pidió por caridad que trajese agua limpia a la ciudad de los abundantes veneros de la Cañada y así fue como el Marqués, impresionado por esta necesidad y por la belleza del lugar, ligó totalmente su vida a Querétaro. Una vez decidido y comprometido para hacer el bien a la ciudad él pagó de su peculio la mayor parte del costo de la obra que ascendió, en el siglo XVIII, a $ 131,099.00. Dificilmente podrá encontrarse en México y en América una obra civil como ésta, considerada como una de las más admirables en estética, técnica y estructura. La arquería del Acueducto mide 1,280 metros de longitud, y corre el caño sobre la arquería a una altura máxima de 23 metros. Fue así como la hermana agua, limpia, pura y clara, como habla de ella San Francisco de Asís en su célebre Canto al Hermano Sol, llegó a nuestra prócer ciudad.
La generosidad del Marqués fue muy grande en obras de beneficio social, pues además del Acueducto que lo sublima, también construyó de su peculio el hermoso puente de cantera en el río de Querétaro llamado El Puente Grande así como cuatro fuentes de gran mérito artístico: La de la Virgen del Pilar, en el barrio de la Cruz; la de la plaza Mayor; la de San Francisco y la de Santa Clara. Su participación en estas obras no fue solamente la de proporcionar el dinero suficiente, sino que él mismo trazó, calculó y juntó sus manos a las de los indígenas queretanos cuyo nombre no escribió la historia en la costrucción material de estas obras que son ahora orgullo y gloria arquitectónica de Querétaro. Desgraciadamente las tres últimas fuentes han desaparecido por el decuido y el tiempo. Introdujo el agua a casi todos los conventos de la ciudad, y lo más loable, a cuantos vecinos se acercaban a él para solicitar "Merced de Agua", el propio Marqués se encargaba de la obra haciendo los gastos por su cuenta.
El Marqués dejó toda su fortuna para obras de beneficio social a muchas comunidades religiosas y a sus servidores. Después de una vida verdaderamente ejemplar, murió este notable hombre en la ciudad de México el 29 de agosto de 1743. Se cree que sus cenizas reposan en el Convento de Santo Domingo, aunque también pueden estar en San Diego, sugún dejó dispuesto en su testamento.
Ojalá que se investigara sobre el particular y sus restos vinieran a Querétaro así como los de otros hombres ilustres, que sin haber nacido en esta tierra, la amaron, la dignificaron y se sacrificaron por ella, en beneficio de la comunidad, como este hombre extraordinario.
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